Laura Rocca nace en Génova, a finales de verano. Quizás por eso le gusta tanto el otoño o tal vez porque los colores, aromas y sonidos otoñales alimentan su naturaleza fantasiosa. Desde pequeña vive aventuras fantásticas, evadiéndose de la realidad. Todavía recuerda con alegría la escuela primaria, cuando imaginaba junto a su mejor amigo, que un gran clavo abollado era la puerta secreta para entrar en el País de las maravillas. Al crecer, desvía su apertura de mente a la escritura, dando rienda suelta a la imaginación. Se pasa tardes enteras describiendo con un bolígrafo y un viejo diario, realidades encantadas que solo ella puede ver y en las que se refugia. A pesar de haber realizado estudios secundarios no humanísticos, no abandona su pasión, porque cree firmemente que los sueños se hacen realidad con determinación y espíritu de sacrificio.
En su vida personal, trabaja en la Associazione Italiana Sclerosi Multipla, una organización sin ánimo de lucro.
Le encanta la montaña, los animales, en especial, sus hurones, visitar castillos, ciudades de importancia histórica, el Reino Unido – le gustaría vivir en Londres – y Alemania, inspirándose en los castillos del rey Ludwig II para sus novelas de fantasía, en especial en el de Neuschwanstein.
Le apasiona viajar, salir con las amigas, chatear con las amigas, (sobre todo hablar), ir al cine, leer, ir al gimnasio y, obviamente, siempre, por encima de todo, le encanta escribir.
De hecho, del 2005 al 2011 tiene un blog en Splinder, una plataforma ya desaparecida, en el que cuenta sus vicisitudes en el trabajo con ironía y sarcasmo.
Al mismo tiempo, sigue escribiendo poesías, cuentos cortos y cuentos infantiles, pero no se atreve a enseñárselos a nadie. En septiembre de 2013 decide que ha llegado el momento de tratar de cumplir uno de sus grandes sueños: publicar una novela de fantasía. Así, el día de su treinta cumpleaños, empieza con la narración del primer volumen de Le Cronistorie degli Elementi, Il mondo che non vedi.
En enero de 2015 abre un blog en el que se centra en la época victoriana – otra de sus grandes pasiones – y publica novelas por entregas ambientadas en la Inglaterra del 1800.